Contar es una actividad propia de los seres humanos, narrar historias forma parte de nuestro patrimonio genético: no podemos evitarlo. Contar y escuchar historias nos emociona, nos entretiene y además le da forma a nuestro pensamiento, guía nuestra comprensión del mundo. Este libro, cuyo narrador interpela directamente a su lector, propone un recorrido fascinante, práctico y, a ratos, erudito para aprender a contar. Las ilustraciones se divierten y juegan tanto con el texto como con nuestros recuerdos de infancia. Los seres humanos nos relacionamos a través de las palabras. Por eso mismo este libro se nos hace prácticamente imprescindible.