A partir del día en el que un balón entra por la ventana de su habitación, el joven protagonista de esta historia no encontrará paz… ¿Qué quiere esa pelota entremetida? ¿Querrá ocupar su espacio? El protagonista observa como el balón va ocupando su habitación, entablando amistad con sus otros juguetes. Sus intenciones no pueden ser buenas. Obsesionado, tomará medidas contra el intruso y, quizá, de esta manera tan solo logrará complicar su situación. La prosa nítida, escueta y calibrada de este texto contrasta con el vívido color de las imágenes. Un cuento para comentar y conversar. Un cuento para reflexionar sobre las dinámicas de grupo, los nuevos llegados, los cambios.