El cuaderno del viaje que hizo Enrique Flores a Nepal hace algunos años. En sus acuarelas se plasman las impresiones de los paisajes y las personas, tal como dice Elvira Lindo en el prólogo: «conserva nuestro artista los recuerdos de lo vivido en aquello que dibuja y su alma se va quedando repartida de alguna manera en esos lugares en los que tuvo algo parecido a una conversación con un paisano. Y ocurre que, de vez en cuando, y más en los países pobres, una desgracia atroz parte el país visitado en dos, hay una catástrofe natural que sacude los cimientos de la tierra y se lleva por delante una cantidad de vidas enorme».