En la escuela la maestra le ha entregado un cactus a cada estudiante. También a Otto y a su amiga Arlet. El cactus de Arlet tiene una flor naranja; pero el de Otto no tiene ninguna. A lo largo de esta historia entrañable y bañada en un dulce sentido del humor, Otto hará todo lo posible para conseguir que su cactus sea feliz y florezca con la flor más hermosa que se pueda imaginar. Es posible que para eso no le quede más remedio que abrazar a Pincho, su cactus... ¿Será tan peligroso como dicen los adultos? Un libro que, con inteligencia y poesía, explora un sentimiento como la empatía, el deseo de sentirse comprendidos y la suerte de tener buenos amigos.