A veces nos preocupamos demasiado por todo lo que puede pasar, por lo que jamás pasará, y al final nos agobiamos. Este no es el caso de Ludovico, un joven pato que se toma las cosas tal como le llegan. Cada día, vuela nada y come, vive al lado de un lago donde en invierno la temperatura baja tanto que el agua se congela. Pero Ludovico no sabe nada de eso. Así que el día que aterriza sobre el hielo, en lugar de asustarse, empezará un aprendizaje organizado a partir del proceso de ensayo y error. Un cuento de sabor taoísta sobre la vida y sus pequeños accidentes.